- noviembre 25, 2021
- Posted by: ir-radiant
- Categories: Calefacción Infrarrojos Interior, Comparativa calefaccion, Ventajas de la calefacción por infrarrojos
¿Sabías que la calefacción representa hasta el 60% de la factura de energía? Un aspecto que hace que muchos de nosotros nos detengamos a pensar qué tipo de calefacción es mejor para nuestro hogar. ¿Eléctrico o gas? ¿centralizada o individual? ¿Por infrarrojos o por convección? En este artículo nos centraremos en el análisis comparativo del calentamiento por infrarrojos y por convección y sus beneficios.
Calefacción tradicional vs infrarrojos
Aunque ambos sistemas funcionan con electricidad, hay varios aspectos diferentes a considerar al elegir uno a la hora de evaluar sus beneficios. La diferencia básica entre los dos sistemas está relacionada con el método utilizado para calentar, que da como resultado una distribución del calor totalmente diferente.
La calefacción tradicional calienta por convección, es decir, va calentando el aire de la habitación. Este aire sube hacia las capas superiores, desplazando las masas de aire más frío hacia abajo (donde estamos nosotros) y creando una incómoda circulación de aire entre ellas hasta que la temperatura de toda la habitación es estable. Por supuesto cualquier alteración en este equilibrio (una puerta abierta, un mal aislamiento) reinicia este proceso y hace crecer el consumo.
La calefacción por infrarrojos utiliza menos del 80% de la energía ya que no necesita calentar el ambiente. Los infrarrojos inciden en las paredes, los objetos y las personas de la habitación y les transmite el calor directamente, por radiación. Esto hace que sea más indiferente al tipo de aislamiento, o que no se vea afectado por una puerta o una ventana abierta. ¿Ventajas inmediatas? Sí! Es un sistema perfecto cuando tenemos que mantener un espacio ventilado pero a la vez calentar a las personas que están dentro. ¿Te suena?
Funcionamiento de la Calefacción por infrarrojos
La instalación de un sistema de calefacción por infrarrojos es muy sencilla. Sólo necesita fijar el transmisor de infrarrojos en el techo (en algunos sitios indican que también pueden colocarse en la pared, pero implica pérdidas energéticas de casi el 50% por toda la radiación que se deriva hacia arriba y por tanto no calienta nada), y una toma de corriente eléctrica. Existen equipos más pensados para interiores y otros para exteriores. En función del tipo de onda tenemos:
Onda larga: Potencia y consumos bajos, entre un 50 y un 70% menores que otros sistemas similares. No emite luz. El proceso de calentamiento dura entre 10-15 min. El dispositivo más común es una placa que transmite el calor a lo largo de toda su superficie radiante (a mayor superficie, mayor potencia y más capacidad calorífica) y hasta un ángulo de 45º, por lo que su ubicación ideal es en el techo, justo encima de la zona donde se va a estar. Existen también otros dispositivos, en forma de calefactores más robustos, pensados para instalar en ubicaciones más complicadas (un patio interior, una terraza cubierta) sin perder sus beneficios.
Onda corta: Requiere mayores potencias, aunque sigue estando por debajo de otros sistemas en el mercado. Emite una luz brillante de color rojo y alcanza temperaturas más altas. El calor es más directo, y casi instantáneo. Se utiliza con calefactores robustos pensados para espacios complicados y sobre todo para exteriores, ya que pueden colocarse en cualquier soporte y que aguantan las inclemencias del tiempo.
Beneficios de la calefacción por infrarrojos
✓ Instalación sencilla
Como dijimos, los equipos sólo hay que fijarlos al techo o a un soporte y conectarlos a una toma de corriente de la potencia adecuada. En el caso de los equipos de interior, por el rango de potencias que manejamos, valdrá cualquier toma ordinaria de la casa, o incluso a las líneas que alimentan las lámparas del techo. Lo mejor es confiar en un instalador que buscará la manera más adecuada de hacerlo. En equipos de exterior podemos alcanzar potencias mucho más altas, e incluso equipos trifásicos.
✓ Ahorro de energía
Se trata de dispositivos que reducen considerablemente el consumo de energía. Por un lado, las potencias necesarias para calefactar una zona determinada son mucho menores, por lo que en conjunto tendremos menor potencia instalada (término fijo de la factura de la luz) y eso lógicamente redunda en el consumo directamente (término variable de la factura). Pero además, gracias a que el calor se produce rápidamente y no hay que esperar a que la habitación “se caliente” para notar sus beneficios, podemos utilizar cada equipo de forma individual sólo cuando y donde se necesita. Y es que la energía más eficiente es la que no se gasta.
✓ Silenciosa
Dado que no hay partes móviles, las emisiones acústicas son nulas.
✓ Saludable
Al no provocar la circulación de aire, no esparcirá polvo ni alérgenos que puedan existir en el ambiente, ideal para personas con problemas respiratorios y alérgicos. Además, ayuda a eliminar la humedad, por lo que es un aliado poderoso contra la famosa “alergia al frío”.
✓ Más seguro
No requiere combustibles fósiles por lo que no emiten gases ni olores. Además, no produce llama y las temperaturas de contacto son seguras, por lo que resulta más eficaz evitando incendios fortuitos.
✓ Ecofriendly
Se trata de uno de los tipos de calefacción más respetuosos con el medio ambiente. Sin emisiones de dióxido de carbono, fabricado en un 99% con materiales reciclables. Además de tener una vida útil más larga que cualquier otro tipo de sistema de calefacción y ser más eficientes que cualquier equipo similar en el mercado.
¿Por convección o por infrarrojos?
Calefacción por Convección vs Calefacción por infrarrojos
Calienta el aire – Calienta la materia
El aire caliente sube y el frío baja, y se genera corriente – Calienta todo objeto o materia que está a su alcance
Calor desigual – Calor uniforme