Bien, no sabemos nada de violetas, pero sí de otoños. Y es que en IR Radiant sabemos que os gusta la calle. Es así, propio del carácter hispano, y de este bendito clima que tenemos. ¿No estáis de acuerdo? No hay nada más agradable que tomar unas cervezas en buena compañía sentados en la terracita de un bar, o disfrutar de una buena cena a la luz de las velas en un fresco jardín, o ver un partido con los colegas en una coqueta placita…  Ah! Pero acaba el verano, y por las noches refresca, y apetece “una rebequita”, que diría tu madre, y eso indudablemente elimina parte del encanto. O no. Porque, de nuevo, la tecnología ha venido a proporcionar una solución.  Elegante, limpia y económica, una solución para la calefacción de terrazas que nos permite prolongar esta sensación más allá de las añoradas noches estivales: las placas de calefacción infrarrojos de exterior.

Placas de calefacción infrarrojos de exterior

Las ventajas de este sistema de calefacción son incontables, pero trataré de exponer aquí las más inmediatas y evidentes:

• suponen un ahorro respecto de otras estufas de resistencia léctrica de hasta el 37%,
• reparten el calor de forma uniforme en toda su área de influencia, ya que no calientan el aire sino los objetos a su alrededor,
• no requieren combustible, ni tienen emisiones de ningún tipo. Tampoco consumen oxígeno,
• su instalación es sencilla: sólo necesitan un enchufe cercano,
• no es necesario disponer  de espacio extra de almacenamiento como ocurre con las estufas portátiles de gas – ni sus bombonas – ,
• sin mantenimiento específico, ni revisiones, ni repuestos de lámparas, quemadores, etc,
• están preparadas para trabajar en exterior, si bien a cubierto (protección frente al agua en grado IPX4 – UNE 20324 -).

¿Por qué cerrar las terrazas de los bares y restaurantes en invierno, si podemos seguir disfrutándolas en los meses de frío?.

Y ¿qué decir de los fumadores? Las placas de calefacción infrarroja permiten seguir disfrutando de las ventajas de una terraza incluso en el invierno más crudo.

Se me ocurren más razones, pero se hace tarde…

No quisiera acabar sin resaltar, que muchos de nosotros (como algún gurú del diseño nórdico nos ha estado recordando tooooodo el verano) disponemos de patios, terrazas y balcones “con un gran potencial”. Después de haberlos equipado con amor e ilusión (y algunos palets, seguro que tú también has puesto algún palet, ¿no?), haberlos transformado en idílicos paraísos que tan buenos ratos nos han proporcionado, ¿no es estupendo no tener que abandonarlos sólo porque el frío arrecie?.

¿Vas a dejarlo pasar, o vas a colocar una placa de calefacción infrarroja exterior? Yo, ya la he puesto.