Eficiencia energética y Calefacción

Nuevas Directivas Europeas

Desde 2020, la eficiencia energética ha cambiado en España y en toda Europa. Estamos en el camino de buscar un consumo de energía casi nulo. Con la nueva Directiva de Eficiencia Energética (EPBD) promulgada por la Unión Europea, la nueva situación tiene un impacto aún mayor en los edificios. Se espera que la regulación ahorre entre un 60% y un 80% de energía en los nuevos edificios.

El sector de la calefacción juega un papel importante en el cumplimiento de los objetivos climáticos y de descarbonización fijados por Europa para 2050. Según datos del IDAE, el 47% del consumo de los hogares se destina a los diferentes tipos de calefacción. Por ello, los sistemas de producción de calefacción y ACS deben ser lo más eficientes posibles para conseguir la máxima eficiencia para la vivienda.

Es importante elegir un sistema de calefacción que no sólo proporcione confort, comodidad y economía, sino también eficiencia. Según datos del año pasado, el mercado español muestra una tendencia positiva. Aumentan las ventas de sistemas individuales de calefacción para calefacción y producción de agua caliente sanitaria. Esta contribución es necesaria dado que el 65% de los sistemas de calefacción instalados en Europa son obsoletos e ineficientes, ya que supone el 30% de las emisiones de CO2. Sin embargo, egoístamente hay otra razón para aumentar la eficiencia energética: el precio del gas natural y de la electricidad, así como del propano y las bombonas de butano. Cuanto mayor sea la eficiencia, menor será el consumo.

Actualmente, nos encontramos con que equipos como las bombas de calor, las estufas de pellets o la calefacción por infrarrojos, apoyados por sistemas de producción fotovoltaica, son cada vez más potentes en el sector de la calefacción. A continuación, analizamos los sistemas más eficientes del mercado actual.

Calefacción por biomasa

Este sistema de calefacción es muy ecológico y eficiente. Los calentadores de biomasa se pueden utilizar de forma independiente o como instalación centralizada, ambos ofrecen una alta eficiencia energética. Cuando hablamos de este tipo de calefacción, la más popular suele ser una caldera de pellets. Tienen el handicap de tener una instalación compleja, y es difícil y costoso ampliarlas una vez instaladas.

Bomba de calor

Es uno de los sistemas de calefacción más eficientes y versátiles porque se puede combinar con cualquier otro equipo, ya sea convencional o renovable (geotermia o calefacción a gas). Además, se puede utilizar no sólo para proporcionar calor a nuestros hogares, sino también para producir frío en verano. En España, el 34% de los hogares dispone de bomba de calor.

Una de las grandes ventajas de las bombas de calor es su alta eficiencia energética, ya que por cada kilovatio-hora consumido se transfieren de 2 a 4 kilovatios de calor. Puedes ahorrar hasta un 70% en comparación con otros sistemas que proporcionan electricidad, gas natural o diésel. El inconveniente, igual que en el caso anterior, es que no son instalaciones ampliables, y ocupan mucho espacio tanto en interior como en el exterior.

Calefacción por infrarrojos

Este método de calefacción funciona imitando la radiación solar. Emite ondas de calor infrarrojas. Esto significa que no calienta directamente el aire, sino que calienta directamente a las personas de la habitación, así como a las paredes y objetos de la habitación. El ahorro en la factura eléctrica puede ser de hasta el 70%, sin contar que su reducida potencia hace que no necesitemos ampliar la potencia contratada. De hecho es uno de los tipos de calefacción más eficientes, eficaces y ecológicos: Sin emisiones de CO2, fabricado con un 95% de materiales reciclables. Además de tener una vida útil más larga que cualquier otro tipo de sistema de calefacción, y un mantenimiento prácticamente nulo. A pesar de ser una tecnología bastante conocida en otros sectores, su aplicación en la calefacción doméstica es relativamente reciente, aunque su uso va ganando adeptos poco a poco.

Tiene muchas ventajas en comparación con otros sistemas de calefacción:

• Bajos costes de instalación
• Baja inversión inicial, y fácilmente ampliable, comparado con la biomasa o las bombas de calor
• Genera un calor instantáneo y una temperatura óptima
• No provoca corrientes de aire, con lo que el polvo y los ácaros no se mueven por la habitación, para tranquilidad de las personas con problemas respiratorios
• No emite gases, ni produce llamas, con lo que el riesgo de accidentes e incendios es nulo
• Tiene un bajo impacto ambiental, sin emisiones de CO2 y fabricado en un 95% con materiales reciclables
• No ocupa espacio porque va en el techo, y se integra perfectamente en cualquier decoración, pasando prácticamente desapercibida
• No emite luz, y no hace ningún ruido.

Además, no debemos olvidar que para maximizar la eficiencia energética de nuestros sistemas de calefacción, nuestros hogares también requieren un conjunto específico de factores. Como un buen aislamiento térmico; según el uso de cada habitación, controlar bien el encendido y apagado de la calefacción en el hogar; tener un termostato, y elegir una buena ubicación para el sistema de calefacción, es decir, evitar colocar muebles frente a cortinas. Elijas el modelo que elijas, no olvides estudiar bien tus opciones antes de decidirte!!

Bienvenido a la calefacción del futuro