Porque venimos de las vacaciones, y nos espera la cuesta de enero, hoy no vamos a hablar de nuestras placas de calefacción por infrarrojos. Hoy trataremos de explicar en qué consiste exactamente el calor infrarrojo. Y el porqué de sus bondades desde el punto de vista de la física. Procuraremos no generar dolores de cabeza.
Una de las cosas que puede que se te hayan quedado grabadas de tu época escolar, es que la luz está compuesta de ondas electromagnéticas. Según el tipo de onda, podemos distinguir los diferentes colores de la “luz visible”. Pero también existen otras ondas que no son apreciables a la vista. Hasta aquí, física básica.
Como fabricante de calefacción por infrarrojos que distribuye en España y Latinoamérica, nuestra misión es llevar la innovadora tecnología de calefacción por infrarrojos a todos los hogares y espacios comerciales, ofreciendo una solución eficiente y cómoda para mantener el calor de una manera inteligente y sostenible.
La calefacción por infrarrojos es una forma revolucionaria de calentar espacios que se basa en la emisión de ondas térmicas invisibles, similares a la luz del sol. Estas ondas calientan directamente los objetos y las personas presentes en la habitación, brindando un calor reconfortante y natural.
Cómo se genera el calor infrarrojo
Imagina el calor que sientes cuando te sientas bajo el sol en un día fresco. La calefacción por infrarrojos funciona de manera similar, pero sin la luz visible. En lugar de calentar el aire circundante, como lo hacen los sistemas tradicionales, calienta directamente los objetos y las personas, creando una sensación de calor acogedora y uniforme.
Si ahondamos un poco en la materia, podremos enterarnos de algunas cosas más:
Allá por 1800, un físico llamado Herschel detectó en el espectro de la radiación solar un aumento importante de temperatura en la zona situada más allá del rojo. Tenía la peculiaridad de que no desprendía ninguna luz visible, pero sí calor. Es lo que hoy conocemos como radiación infrarroja. Se trata de una radiación térmica natural que emiten todos los cuerpos a nuestro alrededor, y nosotros mismos. El calor infrarrojos, vaya.
Al interaccionar dos cuerpos, se produce un intercambio energético entre el cuerpo de mayor temperatura y el de temperatura menor. Este intercambio es, en realidad, la base de nuestro sistema de calefacción. Lamentablemente, el gran descubrimiento de Herschel se quedó en un plano teórico y pasaron décadas hasta que a alguien se le ocurrió hacer algo con su descubrimiento.
Las calefacciones tradicionales se basan en los procesos de convección y conducción del calor producido por una fuente determinada. Un cuerpo caliente transmite su calor al aire por convección, y éste a otros cuerpos más fríos, como el nuestro. La calefacción por infrarrojos, por contra, no se basa en la circulación de aire caliente, sino en el calentamiento directo de nuestro propio cuerpo al interaccionar con las placas radiantes. Esto produce un ambiente cálido envolvente para personas y mascotas, y una agradable sensación de confortabilidad al evitar las corrientes de aire y la falta de humedad.
Eficiencia Energética con la Calefacción por Infrarrojos
Una de las mejores cosas de la calefacción por infrarrojos es su eficiencia energética. Al no desperdiciar energía en calentar el aire, se reduce el consumo de energía y, por lo tanto, el costo de la calefacción. Esto se traduce en un ahorro significativo en tu factura de energía y en una menor huella de carbono, lo que beneficia tanto a tu bolsillo como al medio ambiente.
Además, la calefacción por infrarrojos proporciona un calor instantáneo. Cuando enciendes nuestros paneles calefactores por infrarrojos, sentirás el calor en cuestión de segundos. Ya no tendrás que esperar a que toda la habitación se caliente gradualmente. Además, como calienta directamente los objetos y las personas, no hay pérdida de calor, lo que significa que la habitación se mantiene agradable y confortable durante más tiempo.
También tenemos opciones para exteriores, para que puedas disfrutar de tus terrazas y patios durante todo el año, incluso en las estaciones más frías.
Vaya, al final hemos acabado hablando de las placas… Somos incorregibles, pero es que de veras nos encantan!