La electricidad sube porque sube el gas.

Tradicionalmente, en el mundillo de la calefacción, siempre se ha hablado mal de los sistemas eléctricos frente a las calderas de gas, que supuestamente eran más eficientes (en la mayoría de los edificios de las ciudades del norte de España se usan, de hecho, radiadores y calderas de gas natural centralizado).

Las noticias de los últimos meses vienen a darnos la razón en algo que nosotros llevamos 14 años explicándole a nuestros clientes: La electricidad sube porque sube el gas, por lo que no tiene sentido ponderar un sistema frente al otro en lo que respecta al coste de la energía. 

Calderas 

Vamos a hablar de calderas. O de cualquier sistema centralizado, en realidad. Un sistema de calefacción con caldera implica 

  • La instalación de una caldera, que debe estar en una zona próxima a una ventana, por la salida de humos (tradicionalmente el lavadero). Lo mismo da que sea de gas, o de pellet en realidad. 
  • En el caso de que sea una caldera de gas, instalación de un depósito de gas (o bombona), si el edificio no tiene gas natural. 
  • Metros de tubería de agua desde la caldera hasta las diferentes habitaciones donde se quieren colocar los radiadores, con instalaciones vistas que queman (el agua está a unos 60ºC, si son de alta temperatura o 40ºC, si son de baja) o empotradas en la pared que requieren obras (¿has tenido albañiles últimamente en casa?). 
  • Los propios radiadores, que ocupan espacio, requieren mantenimiento, se atascan, y tardan una eternidad en calentar una habitación.

¿No te has convencido todavía? Pues todavía te toca pagar la revisión anual, y vigilar el precio del gas para evitar sorpresas de última hora. 

Es el momento de cambiar a la Calefacción por Infrarrojos

Por desgracia, el problema ha venido para quedarse, y a pesar de la ola de calor, el invierno se acerca a pasos agigantados. Debemos tomar una decisión inmediata, porque cuando llegue el frío tendremos que calentar la casa.

Es el momento de hablar de la Calefacción por Infrarrojos.

La Calefacción por infrarrojos era una utopía hace 14 años. Poder calentar una estancia en 10 minutos sin calentar el aire, sino la materia, (suelos, paredes, muebles y personas). Es el mismo efecto que produce el sol en esos días fríos de invierno cuando buscamos una terracita para tomarnos un café, sentarnos a leer o salir a comer con la familia. 

Bien, pues esto es lo que hacemos con nuestros equipos de radiación por infrarrojos: utilizar los rayos más beneficiosos del espectro solar (infrarrojos) dentro de cada habitación, y calentar en unos minutos todos los objetos que se encuentran en su camino. Un sistema que es eficiente, económico, saludable, seguro y estético, y que puede ayudarte con las facturas de calefacción de este invierno, además de aportar muchas otras ventajas. 

¿Qué es el calor infrarrojo?

La ley de Plank (físico alemán premio nobel en 1918) descubrió el intercambio de calor entre cuerpos en forma de radiación infrarroja. En la práctica, esto quiere decir que casi el 95% del calor que producen nuestras placas llega a los objetos que tienen debajo sin importar el aislamiento, el tamaño de la habitación, o incluso que haya puertas o ventanas abiertas. Y eso con equipos de menor potencia eléctrica y menores consumos que cualquier otro sistema del mercado. 

¿Has dicho consumos menores?

  • La potencia de los equipos es pequeña y no necesitarás ampliar tu contrato con la compañía eléctrica.
  • El consumo  supone una reducción de entre un 30%-50% respecto de otros equipos similares (estufas, radiadores, etc), debido entre otras cosas a la menor potencia instalada.
  • Debido a su calentamiento prácticamente instantáneo, podemos calentar sólo dónde y cuando lo necesitemos, sin perder un ápice de confort, lo que se traduce en un menor tiempo de funcionamiento y por tanto un consumo menor

Todos estos factores acumulados pueden suponer hasta un 70% de ahorro respecto de otros sistemas instalados, lo que hace que la decisión de cambiar tu sistema de calefacción no parezca tan difícil. 

Además, es especialmente interesante para viviendas de alquiler o segundas residencias, ya que en cualquier momento puedes recoger tus equipos e instalarlos en otra parte. 

Sistema ampliable

Este sistema de calefacción es perfectamente escalable y ampliable sin ningún problema ni coste añadido. Cada placa funciona de forma independiente, y se controla con un termostato propio para optimizar su funcionamiento y no desperdiciar ni un euro. Puedes empezar con un par de placas e ir ampliando conforme lo permitan tu presupuesto y tus necesidades. Intenta hacer lo mismo con cualquier otro sistema del mercado.

Sin instalación ni mantenimiento

Nuestros equipos no requieren más instalación que una lámpara: se colocan en el techo y se enchufan. Tampoco requieren mantenimiento, ya que no poseen partes móviles, como un compresor o un calentador normal, ni usan combustibles de ningún tipo como las estufas de gas o de pellet.

¿Por qué en el techo?

¿Pueden colocarse las placas en la pared?. Esta es una discusión tan vieja como absurda, incluso entre fabricantes, pero solo tenemos que recurrir a la física para encontrar la respuesta. 

El infrarrojo de onda larga, se abre en 45º respecto de la placa hasta unos 2 a 3 m de distancia. Si el equipo se coloca en el techo, que suele tener entre 2,7 y 3 metros de altura, calentamos la zona donde nos encontramos nosotros y la mayoría del mobiliario. 

Si se coloca en la pared, una parte del calor radiado se desperdiciará calentando el techo, y en cambio las zonas más próximas a la pared no recibirán calor alguno. En total perderemos aproximadamente un 30% de rendimiento, aunque aparte de eso no hay ningún otro inconveniente.  

Difusión del calor de una placa en una habitación

Calefacción Ecológica

Queremos un País Verde, y nada mejor que empezar a tomar decisiones que ayuden a conseguirlo. Nuestras placas de calefacción no producen gases, ni cenizas, ni humo, están hechas de materiales 100% reciclables, y están catalogadas con una huella de Carbono menor que la mayoría de sistemas del mercado. 

Ahorro también en el espacio

¿Te has preguntado alguna vez cuánto vale el metro cuadrado de vivienda en la ciudad que vives?. Si en tu casa hay 10 radiadores, le estás quitando casi 10 metros cuadrados de habitabilidad a tu vivienda, y ocupando paredes donde no podrás colocar ningún mueble. Si utilizas estufas, eléctricas, de gas o de pellet, lo mismo. Nuestras placas se colocan en el techo y gracias a su perfil estrecho de 2-3 cm ni siquiera notarás que están ahí. Incluso tenemos un modelo, la placa bajo mesa, que calentará sin ocupar espacio debajo de la mesa y sin riesgo de quemarte los pies. 

Somos Fabricantes

 Ir Radiant es la marca de nuestra empresa, Calefaccion Infrarrojos S.L. Somos fabricantes, los únicos que fabrican en España, y fuimos pioneros en introducir esta tecnología en el mundo de la calefacción en el mercado nacional hace ya 14 años. 

Desde entonces trabajamos duro para convencerte de las ventajas que este sistema puede aportar, tanto en el hogar como en tu lugar de trabajo. Un cambio de filosofía que nuestro departamento técnico estará encantado de desarrollar para tí, estudiando tu proyecto de forma totalmente gratuita y sin compromiso.

Olvídate de gurús y vendehumos. Por desgracia, en los últimos tiempos han aparecido en el mercado numerosos oportunistas dispuestos a apuntarse a un carro que, debido al desconocimiento y al uso fraudulento de la publicidad, está sirviendo para que unos pocos se llenen los bolsillos a costa de la confianza de los consumidores, dañando en el camino el propio sistema y la credibilidad de empresas como la nuestra, que trabajan con honestidad y creyendo en lo que hacemos al 100%. 

No todas las placas son iguales, ni todos los materiales que las componen funcionan igual, y, como en todo, hay calidades y calidades. En IR Radiant trabajamos probando nuevos diseños y productos para solucionar los problemas que van surgiendo. Lo hemos hecho durante la crisis sanitaria que hemos vivido, fabricando productos fáciles de instalar y capaces de trabajar con las ventanas y puertas abiertas para calentar las aulas donde estudian nuestros hijos y nuestras oficinas. Y lo hacemos ahora, buscando maneras de reducir consumos, de optimizar rendimientos, para mantener calientes nuestros hogares frente al invierno que se avecina al menor coste posible. 

Ahora está en tus manos. Decídete. Únete a la calefacción del futuro. 



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