La llegada de la temporada invernal no solo trae consigo el frío y las típicas enfermedades invernales, sino también las alergias que, a menudo, se confunden con los síntomas de resfriados y gripe. Estornudos, picazón en nariz, ojos y garganta, lagrimeo, tos y congestión son señales que podrían estar relacionadas con alergias invernales. Un dato interesante: el sistema de calefacción que elijas puede afectar considerablemente la intensidad de estos síntomas.

Los sistemas de calefacción convencionales, al elevar la temperatura mediante la circulación de aire caliente (conocida como convección), pueden exacerbar los problemas para aquellos propensos a alergias invernales. Este método distribuye polvo y ácaros, desencadenantes comunes de alergias, alrededor del ambiente. Además, al resecar el aire, afecta negativamente al sistema respiratorio y, al no ventilar adecuadamente, sobrecarga el ambiente.

calefacción por infrarrojos saludable

La calefacción por infrarrojos presenta una alternativa saludable. Al calentar mediante radiación en lugar de convección, evita la circulación de aire que es tan perjudicial para las personas con alergias. Estos paneles no calientan directamente el aire circundante, sino los objetos y cuerpos dentro de su alcance, evitando así la dispersión de partículas alérgenas. Esto no solo mejora las condiciones ambientales sino que también facilita la ventilación sin perder calor, ya que no se depende tanto de tener puertas y ventanas cerradas.

Adicionalmente, los paneles de calefacción por infrarrojos no contribuyen a la resequedad del aire ni provocan condensación por exceso de humedad, factores cruciales en la formación de hongos. Este enfoque contribuye significativamente a crear un hogar más saludable para tu familia al reducir la presencia de alérgenos y mejorar la calidad del aire.

calefacción por infrarrojos y alergias

Los paneles de calefacción infrarrojos, al calentar por radiación y no por convección, no producen circulación de aire. No actúan calentando directamente sobre el ambiente, sino los cuerpos que se encuentran dentro de su alcance. En consecuencia no se producen tantas pérdidas de calor por tener puertas o ventanas abiertas, por ventilar.

Por un lado, no arrastran el polvo y los ácaros, y por otro facilitan la ventilación de las diferentes estancias. Por la misma razón, no resecan el ambiente ni provocan condensación por exceso de humedad, decisivo en la aparición de hongos.

Ésto contribuye a mejorar las condiciones ambientales de nuestro hogar, consiguiendo hacer de éste un lugar más saludable para nuestra familia.

Invierte en uno de los sistemas de calefacción más recomendables desde el punto de vista de la salud y el confort.



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